Todo comenzó durante la gala del miércoles cuando Lourdes Sánchez dijo que Luciano Castro, el novio de Vigna, era su permitido. Este comentario desencadenó una serie de acusaciones y reproches que llegaron a su punto culminante en una intensa confrontación en los pasillos del estudio.

El cronista Alejandro Castelo, de LAM (América TV), fue testigo de este enfrentamiento y se acercó a hablar con las dos bailarinas para conocer sus puntos de vista. Las acusaciones volaron de un lado a otro con una rapidez increíble. Vigna comenzó defendiéndose: "Yo traté de no meterme nunca y nunca hablé de tu familia". Sin embargo, Lourdes Sánchez no se quedó atrás y le respondió con determinación: "Yo ni siquiera quiero hablar contigo sola".

El intercambio de palabras subió de tono cuando Vigna acusó a Sánchez de haberse metido en numerosos conflictos con otras mujeres del Bailando. Sánchez no tardó en contraatacar, acusándola de ser mala compañera y sugiriendo que su imagen pública de ser buena podría ser todo lo contrario. Las acusaciones personales alcanzaron su punto álgido cuando Sánchez afirmó que Vigna la había insultado, mientras que Vigna negaba cualquier acusación en su contra.

Finalmente, en medio de gritos y reproches, ambas participantes decidieron alejarse del tumulto y se retiraron a un camarín para discutir en privado. El aire quedó cargado de tensión mientras los espectadores quedaban atónitos por la intensidad de la confrontación.