Luciano Castro y Griselda Siciliani compraron un terreno en los médanos de Mar de Cobo con la idea de construir una casa frente al mar, pero nuevas regulaciones municipales y provinciales complicaron el inicio de la obra.

El cambio en el Código de Ordenamiento Territorial exige que cualquier construcción se ubique a más de 150 metros de la línea marítima, una referencia que la Autoridad del Agua no define oficialmente desde 2014.

Mientras funcionarios locales discuten si corresponde hacer una excepción, el municipio emitió un comunicado poco claro sobre la situación. En la zona aseguran que el lote tiene servicios, escritura y que está justo en el límite permitido para edificar. Varios vecinos descartan que haya habido una estafa y valoran la llegada de figuras conocidas como impulso turístico para Mar de Cobo.

En medio de la incertidumbre, Luciano Castro afirmó: “Yo soy el mayor interesado en que esto salga. Esta piba va a convivir conmigo sea como sea”. Griselda Siciliani, en tanto, sostuvo su intención de mantener cierta independencia pese al proyecto compartido. El conflicto expone la tensión entre intereses privados, normas ambientales cambiantes y las expectativas que genera la presencia de dos figuras tan populares.