En Buenos Días América hablaron con Marisa, la suegra de Pablo Ariel Santillán, el joven motociclista que murió atropellado en el Camino del Buen Ayre, a la altura de Ituzaingó, después de que un conductor borracho lo chocara y lo hiciera salir despedido por encima de la barrera de contención.

Marisa llegó al lugar y vio al conductor que se supo tenía 1,97 de alcohol en sangre. "En el móvil de la policía había un hombre, decían que soplara la pipeta, ese hombre estaba alcoholizado en una medida muy alta, ese hombre, mientras juntábamos los pedazos de Ariel, se quedó dormido por el alcohol", relató.

"No sé qué decir, no entramos en razón, Ariel era hijo único", contó entre lágrimas. "Lo tenía a 50 centímetros, sabes las ganas que tenés de hacer un desastre, no doy más", lamentó. "Mi hija está muerta en vida, tenían la casa para casarse, laburaba, repartía pan, hacía mensajes con la moto, somos gente de laburo", aseguró. "Hace cuatro años que vivía con mi hija, era mi hijo", sostuvo.