El caso de Julieta Silva, ocurrido en San Rafael, Mendoza, en 2017, generó un fuerte impacto en la opinión pública. La joven fue acusada de atropellar y matar con su auto a su novio, el rugbier Genaro Fortunato, a la salida del boliche “La Mona”. Según estableció la Justicia, Silva manejaba bajo los efectos del alcohol, sin sus anteojos recetados y en condiciones de escasa visibilidad. El hecho fue calificado como homicidio culposo agravado. Fue condenada en 2018 a tres años y nueve meses de prisión, aunque cumplió gran parte de la pena bajo arresto domiciliario.

Hoy, Silva volvió a quedar en el centro de la escena: fue detenida por atacar a su actual pareja. El hecho ocurrió en la ciudad de San Rafael y está siendo investigado por la Justicia local. La noticia generó conmoción, ya que se trata de una mujer que había sido condenada en un caso de alto perfil, y que en marzo de 2020 había accedido a la libertad condicional tras cumplir gran parte de su condena por la muerte de Fortunato.